Aunque con cierto retraso, ya estamos aquí para presentaros lo que dio de sí el pasado paso postnupcial de las espátulas por Txingudi.
Como siempre, nuestro reconocimiento y sincera gratitud a cuantos habéis aportado los datos que nos permiten confeccionar estos balances. Somos un equipo y sin vuestra colaboración no sería posible cubrir con precisión este fenómeno migratorio a su paso por nuestro humilde pero rico y entrañable humedal en la desembocadura del Bidasoa.
Como veréis, la cifra global es algo inferior a la del anterior postnupcial, pero está dentro de la media regular de los últimos años. Posiblemente las buenas condiciones meteorológicas dominantes han propiciado que una parte del contingente de las espátulas haya podido “atajar” atravesando el Cantábrico en diagonal, sin necesidad de bordear la costa. Esto lo deducimos gracias a las informaciones de las trayectorias que han generado algunos de los ejemplares equipados con sistemas de posicionamiento GPS.
También este año vamos constatando como el período, las fechas, de paso se van ampliando y, aunque el mes por excelencia sigue siendo septiembre, ya detectamos a las primeras espátulas en paso en julio y a las últimas las vimos pasar en noviembre.
Por descontado que buscamos respuestas a las dudas que nos surgen, pero nuestra labor consiste principalmente en contar. Contar las espátulas y luego contaros como ha ido la cosa. Así que vamos ya con las cifras recopiladas en nuestras “pizarritas”:
Como de costumbre, iremos publicando en sucesivas entradas las anillas leídas, con sus fotos y sus historiales.
Las fotos son recuerdos, instantes congelados en el tiempo, y como ni recuerdos ni fotos nos faltan, permitidnos completar esta entrada con esta pequeña selección de algunos momentos disfrutados durante el paso postnupcial 2022
¡Buen viaje y nos volvemos a ver en el 2023, por estas fechas!