SEyLA

Nace este blog con el único deseo de contribuir con un modesto granito de arena, al conocimiento y divulgación de las Aves Silvestres, muy en especial a la ESPATULA, desde un punto crucial en su trayectoria migratoria, la Bahía de Txingudi, no siendo ajeno ningún otro lugar donde la especie esté presente. Esperamos que este humilde proyecto contribuya a aumentar y consolidar el número de amantes y defensores de las Aves y sus Hábitats.

¡Gracias a los que nos visitáis y a los que aportáis vuestro saber hacer!


sábado, 30 de septiembre de 2017

Un 18 de septiembre para no olvidar.


Bando de Espátulas y Santuario de Guadalupe

Como ya sabréis a estas alturas, el pasado día 18 de septiembre, tuvimos la fortuna de vivir uno de los mayores espectáculos que nos puede brindar la Naturaleza, y aquí mismo, en Txingudi-Plaiaundi. Asistimos al paso de 1.789 Espátulas.  

Esta cifra no se había visto nunca en el estuario del Bidasoa. Si no fuese porque el conteo general, aún con bastantes días por delante de paso migratorio de la especie, ya casi alcanza los máximos registrados en el total de la temporada más abultada (la del pasado 2016), podríamos pensar que es solo la concentración en un día de lo que habitualmente se reparte en varios. La población de Espátulas de las colonias del norte va creciendo, pero a un ritmo más lento que el aumento de los individuos observados en paso por nuestro humedal.  

De estas casi 1.800 Espátulas, no menos de 300 bajaron a la laguna San Lorenzo para intentar reponer fuerzas para proseguir su viaje.

Decimos “intentaron” ya que el cúmulo de molestias que sufre nuestro Txingudi-Plaiaundi, que en demasiadas ocasiones rebasan lo tolerable, impidieron que las Espátulas pudieran alimentarse y descansar, justamente la función de acogida de avifauna migratoria por la que Txingudi es Zona de Protección Especial para las Aves, además de Zona de Especial Conservación dentro de la Red Natura 2000 europea.

Durante toda la jornada, varios operarios con desbrozadotas estuvieron poniendo la “música ambiental” por el Parque Ecológico sin que ningún responsable de la gestión del espacio protegido parara la actividad por las perturbaciones que producían en un día tan excepcional. No faltaron los grupos de “atletas” corriendo por los senderos, en lo que se ha convertido de facto en una extensión de las instalaciones deportivas que siguen incrustadas en Plaiaundi. Como si no fueran poco las propias instalaciones y las actividades dentro de ellas.

“Paseantes” que ignoran un mínimo saber comportarse en un espacio tan reducido y sensible, saltándose hasta la más básica norma de no salirse de los caminos, llegando a asomarse hasta el borde mismo de la laguna con la consiguiente espantada de las aves que allí se encontraban. Eso sí, sin que nadie con responsabilidades en el “uso público” hiciera valer las normas que, sobre el papel, son de aplicación en el lugar.

En un día con afluencia de bandos en migración (que no solo Espátulas se vieron ese día en Txingudi, Garzas, Garcetas, Cormoranes, Gaviotas sombrías y reidoras, Agujas colinegras y colipintas, así como Patos cucharas y Ánades rabudos, Pagazas piquirrojas, entre otras, y de las que no podemos ni ofrecer cifras concretas) no podía faltar la intervención del “control de fauna” del aeropuerto que lanzó cohetes “disuasorios” en varias ocasiones. Sin entrar a cuestionar la eficacia y la oportunidad de este tipo de actuaciones en nombre de la seguridad aérea, lo que no deja lugar a dudas es que provocan un impacto negativo sobre las aves que requieren el espacio Plaiaundi-Txingudi para hacer una parada en su viaje. Si ya las propias operaciones del aeropuerto, despegues y aterrizajes, sobre todo de jets privados, ya generan unas graves perturbaciones en el humedal, la pirotecnia ya riza el rizo.


La relevancia de este día 18 de septiembre de 2017 no es que la marquemos nosotros (SEyLA), sino que el propio Departamento de Medio Ambiente y etc., en su Web oficial y con la cabecera de Ekoetxea de Txingudi, publica una nota al respecto y que podéis leer aquí:


Decíamos antes que el aumento del número de Espátulas que se están contabilizando a su paso por Txingudi, no puede justificarse solo por el incremento de la población de la especie en su área norte de distribución, ya que no alcanza la misma proporción que los conteos que vamos realizando desde hace varios años.

No hay una máquina ni un dispositivo automático que cuente las Espátulas y ofrezca las cifras en una pantalla. Contar las Espátulas es, además de placentero, un trabajo concienzudo laborioso, sobre el terreno y revisando cientos de fotos especialmente los días “pico” de pase y sedimentación, con la lectura de anillas incluida, pero que se compensa con creces al comprobar los resultados y la labor en equipo durante cada temporada, y ya llevamos unas cuantas.

La clave está en el “esfuerzo censal” de nuestro extraoficial y variado equipo de trabajo al que dimos en llamar SEyLA. Más ojos, y con más atención, mirando al cielo consiguen unos resultados que eran impensables hace nada, sobre todo si tomamos como referencia el estudio publicado por el Gobierno Vasco firmado por un trabajador de la misma Ekoetxea que encabeza la nota de la Web citada.

Es una buena práctica citar las fuentes cuando se redacta una noticia que no se ha vivido en primera persona, además de ser una forma de trasladar al informante la responsabilidad sobre la veracidad de lo relatado.

No pretendemos condecoraciones con medallas de cartón, pero de alguna manera nos da cierta pena que no se reconozca una labor totalmente desinteresada y altruista de un equipo de voluntarios amateur (literalmente por amor) sin otra motivación que, cubriendo el seguimiento de una especie concreta, contribuir modestamente a lo que hoy se llama “poner en valor” este humedal de Txingudi.

Desde aquí, con la misma modestia y honestidad con las que hacemos el seguimiento de estas hermosas aves, queremos dejar patente el reconocimiento a vuestras aportaciones como amigos/as de SEyLA, aunque nos ninguneen “oficialmente” quienes más deberían mostrar este reconocimiento.

Después de esta entrada, larga y agridulce, solo nos queda desear que en las próximas ocasiones (que las habrá) en que las Espátulas nos regalen con su presencia de manera tan espectacular, seamos más lo privilegiados de tener asientos en primera fila. 

Antes de las 8 de la mañana nos encontramos con un grupo de 11 ejemplares que pensamos que eran las que dejamos la víspera, pero alguna con anilla nos hizo  ver que algunas eran recién llegadas. El día parecía propicio para el pase de Espátulas, pero la mañana transcurrió sin ningún movimiento. El “golpe” del paso migratorio comenzó repentinamente a las 13:30, y hasta las 18:30 fue un “no parar”, dejando un goteo hasta ya entrado el anochecer. Una jornada que no olvidaremos y que marca un hito para este modesto humedal y, evidentemente, para el seguimiento de la especie que hacemos desde SEyLA.


Aunque es imposible acercarse siquiera a las sensaciones de verlo in situ, permitidnos poner algunas fotillos de este memorable día:


El grupeto de primera hora



Sipincháis para ver a mayor tamaño, y tenéis suficiente paciencia, podréis contar 128 ejemplares. La foto no capta el bando completo ya que la línea de arriba continua con un buen puñado de más ejemplares.




Cerca, jejos, por la izquierda, por la derecha, por arriba... aparecián Espátulas por todos los rincones.






Ordenados en "V" o caóticos, había bandos de todo tipo.






Desde el "corner" hemos visto que algunos bandos han hecho amago de bajar y es la oportunidad de leer anillas. Entramos en el 1er observatorio y con las Espátulas amontonadas, alimentándose y con el agua hasta la panza, la tarea está servida.


Laguna de San Lorenzo a media tarde




Todo un desafio intentar la lectura de anillas.



Una de las varias "espantadas" que alteran la tranquilidad que necesitan las Espátulas.


El miedo es contagioso, sobre todo en estas grandes concentracioes.




Tras la espantada algunas vuelven a la lámina lagunar, pero no regresan todas las que estaban.



Volvemos al "corner" porque allí dejamos solo a Pello y desde la laguna no se ve si siguen pasando bandos. Si han pasado algunas más, pero no han escapado al registro.


En días como este, y en otros parecidos, es cuando se echa en falta que la protección del espacio de Txingudi deje de ser papel mojado.

Gracias, una y 1000 veces, a todos/as quienes hacéis SEyLA